El Club Rotario de Portoviejo Reales Tamarindos, nace en la ciudad de Portoviejo, provincia de Manabí del país de Ecuador, el día 11 de septiembre de 1999, en una sesión especial donde se suscribió el Acta Provisional de la Fundación del Club. Bajo el lema “Actúe con Coherencia, Credibilidad y Continuidad” del Presidente de Rotary International, Carlos Ravizza (Italia). Y el Gobernador de Distrito 4400, Simón Velásquez.
Con fecha de 24 de marzo del año 2000, se emitió nuestra Carta Constitutiva. Donde se ratifico nuestra PRIMERA DIRECTIVA, con un total de 26 socios fundadores:
El Club Rotario de Portoviejo Reales Tamarindos, cuenta con la dicha y orgullo de contar con la primera mujer Gobernador del Distrito 4400, nuestra excompañera Liliana Andrade de García, en el periodo 2008 – 2009, bajo el lema “Hagamos los Sueños Realidad” del Presidente de Rotary International, Dong Kurn Lee (Seul,Hangang,Corea).
El 29 de septiembre de 1979, voluntarios administraron las gotas de la vacuna antipolio a un grupo de niños en un centro de salud de Guadalupe Viejo en Makati (Filipinas).
Cuando James L. Bomar Jr., entonces presidente de RI, aplicó las primeras gotas de la vacuna a un niño, lanzó oficialmente la campaña de vacunación contra la polio en Filipinas, y así comenzó el programa de Subvenciones de Salud, Nutrición y Desarrollo Humano (3-H) de Rotary.
Bomar y Enrique M. García, el ministro de Salud filipino, firmaron un acuerdo que comprometía a Rotary International y al gobierno filipino a emprender una campaña multianual conjunta en beneficio de un total aproximado de seis millones de niños, a un costo de USD 760 000.
Bomar hizo un recuento del viaje en una entrevista en 1993, recordando cómo el hermano de uno de los niños vacunados le haló del pantalón para decirle, «Gracias, gracias, Rotary».
Rotary amplió su alcance hasta América del Sur cuando el Club Rotario de Montevideo (Uruguay) recibió su carta constitutiva el 1 de febrero de 1919.
Los rotarios habían mostrado interés en expandirse hacia América del Sur desde 1916, y se habían enfocado en Argentina, Brasil y Chile; sin embargo, el primer club en recibir la carta constitutiva, gracias a los esfuerzos de Herbert P. Coates, fue un club uruguayo.
Coates, originario de Inglaterra, había vivido en América del Sur por muchos años.
Él se familiarizó con Rotary durante un viaje de negocios a Cincinnati, Ohio (EE.UU.), en 1916. Durante ese viaje, Coates se dio cuenta que muchos empresarios estaban ocupados con la Convención de Rotary en esa ciudad.
Intrigado, concertó una visita a la sede de Rotary para averiguar cómo podía crear un club en Uruguay.